Fotos by RRivard |
10 de Marzo: Café kona, arroz frío y cereales: cargando pilas. Charla come neuronas con nuestra anfitriona Maureen: me cuenta sobre el hijo que tuvo su pareja Danny hace 13 años con una asiática de 17 que no le deja verle, sobre las tierras del estado heredadas por hawaiianos de 3ª generación que en su momento pertenecieron a los reyes y que aún no podían convertirse en zona comercial o sobre las semejanzas que había entre nosotras dos. Fue al final de esta charla que me dijo, `We are kindred souls… you know?’ confirmando así mis sensaciones, según me contaba sus historias. Yo también llevaba días viéndome a mí misma en su reflejo de 52 años y no porque deseara ser como ella, sino porque me sorprendía a la vez que me aterraba lo parecida que era nuestra filosofía de ser.
Luego
de encontrarme con mi fantasma de la vida futura, pude darme cuenta
de los detalles que me gustaría mejorar o cambiar de esa persona y
al ser consciente de esto, encontré la fuerza que me faltaba para
continuar con mis locos sueños. Todo es posible y cuanto más
vivamos el hoy, más conseguimos en el mañana, por muy difícil que
parezca intentarlo.
“I
am the character of my own life”
Mientras
continuaba con nuestra charla, mi supuesto hombre se dedicaba a
colocar los trastos en el coche y luego de despedirnos hasta otro
posible encuentro con mi alma gemela, subimos la colina de Pupukea
disfrutando de sus alucinantes vistas. Llegamos al comienzo de un
sendero que recorrimos a pie durante 10 minutos, reconociendo que
sería muy largo para llegar a su final por lo que volvimos al coche
para así dar, nuestro último paseo por la costa este de Oahu.
Kahuku,
Malaekahana, Laie, Punaluu, Hauula y en la bahía de Kaneohe, nos
desviamos al sur para llegar hasta Honolulu. Aparcamos el coche en el
Ala Moana center por el beneficio de su gratuidad y caminamos hasta
una tienda que vendía camisetas chulas, tiradas de precio, para nor
volver con las manos vacías a casa. Ya atardecía cuando entregamos
el coche en Álamo y allí mismo cogimos el shuttle hasta el
aeropuerto, para embarcar y esperar pacientemente hasta las 10 de la
noche, hora exacta en la que saldría nuestra avión hacia LAX.
… Adiós
al paraíso y bienvenidos a la jungla...
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